Ordenando los fractales
de distintas lenguas,
resultaron ser
colecciones de medias vidas.
Media madre, media hija.
Media amante y mujer.
Medio artista, me dijeron,
competente
y profesional.
Aficionada. Medio experta
a medias, nunca entera
en ningún lugar.
Ay... Fracciones incomunicadas
componen el vacío profundo
en el que me hallo. Sola,
aislada,
enlazando los cables
a dentelladas, golpes
y gritos.
Con miedo, presto mi idioma,
sólo para que entendáis
lo que guardo
bajo la superficie
de ese abismo. Rompedla
y sacadme de este horror.
Matadme de una vez
la esencia
y transformadme en otro ser.
Para encajar, para brillar,
para existir
con los demás.